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martes, 10 de agosto de 2010

La muerte del lápiz y tú.


Resulta que esté lápiz, lleva su tiempo ya en solidaria labor
junto a mi mano. Quiero decir que llevamos harto tiempo juntos,
nos conocemos, nos ayudamos. Yo le doy sentido a su existencia
y él cumple con su parte, convirtiendo una mancha de tinta en comas
enes, emes, eles, sonidos varios. Resumiendo, forma parte de ese
- por sencillo que soy- pequeño grupo de elementos de cotidiana y urgente
necesidad. Como este aire serio que le da carne a palabras alegres
o el alarido aterrador que emite el recato al huir asustado de la carcajada
alegre de un amigo. Pero como debe notar, su vida útil, ha llegado a su fin
y no he encontrado mejor final, que gastar sus últimas gotas, en notificarle
que usted, ahora mismo y desde segundo antiguo forma parte de ese
-por sencillo que soy- pequeño grupo de elementos de cotidiana y urgente
necesidad.