Las plazas tienen eso de que sólo basta algun suceso, digamos significativo emocionalmente, para dejarlas marcadas. Aunque con el tiempo olvides porque fué importante tal o cual suceso en cualquier plaza, dificilmente olvidaras que en esa plaza pasó.
Por eso hiciste bien en elegir una plaza ajena, aún limpia de cualquier futura o pasada evocación.
Esta plaza era perfecta para una simulada conversación que puede ser al mismo tiempo un comienzo o un fin, dependiendo del punto de vista.
Aunque no miento, de vuelta prendí un cigarro, me puse los audifonos y camine deseando y si quieres confiado, de que aparecerias de pronto, a darle otro final a esa conversación, a marcar alegremente esta nueva plaza. Si bien encontre la pieza del audifono que como te conte se me perdió de pronto en el camino de ida a la plaza, no apareciste y me resignaba a eso justo
cuando Silvio gritaba en la parte más triste de "Mariposas".
lunes, 24 de noviembre de 2008
Esas plazas.
Publicado por Las pulgas del circo en 19:39
Etiquetas: Para no llorar
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1 comentarios:
jajajaj si te encuentro razon!!! las plazas son cuatikas!
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