Es verdad que cuando llegó se comió mi plantación de lentejas, ( por ahí
por 5to básico)
pero con esa forma inocentona de asomarse por la ventana
de la cocina, como que no quiere la cosa y sabiendo que
se había mandao una caga, girando a cabeza en 45°, de una
forma extrañamente humana, se fue ganando el cariño
de todos. Y como no querelo con esos ojos azules
(que más de algún beneficio con alguna vecina guapa
me reportó), si con su cariño hostil que te dejaba en
verguenza con las visitas, cuando uno le decia "Jack, ven "
y el como si nada te miraba y ni con esas venía, siguiendo
en su labor de olorosar eternamente las plantas de la casa,
como si en ello encontrara el placer que le hacía mover la cola.
También lo creímos perdido, una vez, cuando a lo Don Juan
se fue a codearse con quizás que perra, volviendo al otro día
reclamando por agua como si nada, ¿con qué moral me diran algo a mi,
si te recibieron como héroe.?
Despúes aguantó y adoptó como hijas a la COSA y a la ALMENDRA,
dos quiltras bastante calugas que aceptamos en el hogar y que al
principio le tuvieron miedo pero con el tiempo, le sacaron
su lado paternal.
Y porque fuiste el "perro-lobo" más apapachable del mundo, tanto
así que hasta mi mamá, solto una lagrimita cuando te nos fuiste
( y eso ya es mucho decir) ...te extrañaré mucho viejo Jacki Jack.