Una vez en una modesta capillita ubicada en las Condes, fui a una dinámica y entretenida ceremonia de confirmación, a lo vieja escuela, casi casi en latín… daban ganas de ponerse a saltar.
El contingente estaba compuesto por unas cuantas niñas rubias, flacas y en general bastante guapas que decían cada una al ponerse de pie “Aquí estoy Señor para hacer tu voluntad”
Mientras un cura sonreía para sus adentros.
¿Qué habrá detrás de esa diabólicamente humana sonrisa?
I don´t know, pero seguramente al señor, al de hojotas, harapos barba y pelo largo-como todos los profetas- no le hacía ninguna gracia, lo que hay detrás de esa sonrisa de sirvientillo impostor y escasamente respetuoso del voto de pobreza.
¡Ay Señor!
lunes, 18 de agosto de 2008
Herejía
Publicado por Las pulgas del circo en 21:48
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2 comentarios:
hay señor... los curitas con sotonas verdes!!!
enxula tu blog!!!!
te querooo!!!
xauuuuuuu
alguna mala experiencia?
cura tato?
y weas?
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