¿Dónde estás, pirata?

...

Finalmente, torpedearon su barco y lo abordaron. Él sacó su espada, pero nada iba a poder hacer contra los cañones negros de la derrota.
Fué tomado prisionero, cosa que no le importó, hasta que vío su apreciado botín-en esa cajita, en la que la guardaba- siendo por fin recuperada por sus perseguidores. Al parecer no enterrar su querido botín en alguna playa en la que sólo él supiera, le costo caro.

Fué por esto que no dijo nada, ni torció el rostro cuando en menos de treinta minutos lo condenaron a caminar por la plancha, hacia la segura muerte que ofrece el fondo del mar.
No se encontraron luego de eso, restos de su ropa, ni de su cuerpo, quizá algúna bestia marina
-que es lo más probable-lo deboró por completo.

Al menos esta, aunque triste, fué un digna muerte de pirata, pues estos no admiten morir de viejo, ni de un ataque al corazón.


Fin.
















Como toda leyenda, tiene otro final. Que dice que nuestro pirata, con la suerte de un hombre de mar, logro sobrevivir y que se le vió llegando exausto a una playa cualquiera en la que estuvo durmiendo tres días seguidos.Para luego pararse e ignorando la horrible mordida que llevaba en el pecho se puso a caminar..
Nadie sabe donde, ni nadie sabe si algún día volverá a navegar porque su tesoro perdido ya debe estar en otro de los siete mares o peor en aún en tierra firme. Pero al menos sabemos que un día-ojalá pronto-mirando el horizonte, se le vea aparecer con su sonrisa sin risa, sus ojos tristes y una superlativa cicatriz en el pecho, preguntando de seguro si te gustaría escuchar alguna canción. (De pirata por supuesto)